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dc.creatorTorres González, Edith M.
dc.creatorLara Muñoz, Ma. del Carmen
dc.creatorCamacho Gutiérrez, Sergio
dc.creatorGonzález Palafox, Mario A.
dc.date.accessioned2017-06-30T01:12:55Z
dc.date.available2017-06-30T01:12:55Z
dc.date.issued2002es_ES
dc.identifier1161es_ES
dc.identifier.issn0185-3325es_ES
dc.identifier.urihttp://repositorio.inprf.gob.mx/handle/123456789/5843
dc.description.abstractTradicionalmente, la medicina se ha ejercido con el propósito de conservar la vida, aunque sin atender a la calidad de la misma. La situación actual de la medicina exige nuevas respuestas que dependen de juicios de valores, del concepto de integridad del hombre y de la evaluación de la calidad de vida futura. El mielomeningocele es una de las malformaciones congénitas más asociadas a las discapacidades en nuestro país. En 1998 las cinco entidades federativas que notificaron el mayor número de casos fueron Puebla, Veracruz, Estado de México, Guanajuato y Jalisco. Aunque ha habido algunos estudios recientes de niños con mielomeningocele, éstos se han centrado hacia la identificación de la prevalencia del trastorno y de algunos factores de riesgo asociados a la presentación del mismo. Poco se ha estudiado el desarrollo de estos niños y los factores asociados al mismo. El presente trabajo se realizó con el objetivo de determinar si algunos factores clínicos y psicosociales se relacionaban con el desarrollo de los niños con mielomeningocele, en la Clínica de Mielodisplasias del Hospital para el Niño Poblano. Se realizó un estudio descriptivo, longitudinal, en 72 (80%) de 90 pacientes con el diagnóstico de mielomeningocele, registrados durante el periodo de 1992 a 1999. Las variables clínicas evaluadas fueron: nivel socioeconómico, personalidad de la madre y presencia del padre en el hogar. El desarrollo de los niños se determinó mediante el Perfil de Desarrollo de Alpern; su retraso se documentó en términos de meses por debajo de la edad cronológica. Hubo un ligero predominio del sexo masculino (55.5%); aproximadamente, 60% de los niños tenía un nivel socioeconómico bueno, la lesión se localizó principalmente a nivel lumbar y lumbosacro (62.5%), acompañada de hidrocefalia en 75% de los casos. De los 72 pacientes evaluados, tres de ellos no habían sido operados y de los 69 restantes 50% fue intervenido durante la primera semana de vida. Cuando se evaluó el desarrollo se encontró mayor alteración en el área física (Md= -7.0); que en el área social, en la que hubo menos deterioro (Md=0). El desarrollo fue mejor en las áreas física, académica y de comunicación cuando la lesión se encontró a nivel sacro, aunque esto no resultó estadísticamente significativo. Los niños que presentaban hidrocefalia mostraron mayor alteración en las áreas física (Md = -9.0) y de autoayuda (Md = -2.5) que los niños sin hidrocefalia. En relación al sexo se encontró que las niñas alcanzaron un mejor desarrollo que los niños en todas las áreas, aunque sólo fue significativa en el área de autoayuda (Md = 0.5 vs Md = -2.5). La personalidad de la madre no se relacionó de forma significativa con el desarrollo del niño. Los niños cuyo padre estaba presente en la familia tuvieron mejor desarrollo que los niños cuyo padre no convivía con ésta; diferencia que fue significativa en el área social (Md= 0 vs Md=-3.0). En el análisis multivariado, la hidrocefalia predijo el desarrollo en el área física, dentro de un modelo que incluía esta última, además del sexo, el neuroticismo y el nivel de la lesión. El desarrollo en el área de autoayuda se predijo tomando en consideración el sexo del sujeto, la hidrocefalia y la presencia del padre en el hogar. Las variables que predijeron el desarrollo en el área académica fueron el nivel de la lesión y la presencia del padre. En el área de comunicación, la presencia del padre fue la única variable que conservó su efecto en un modelo en el que se incluyeron, además, el nivel de la lesión, la hidrocefalia, el sexo y la edad de la primera intervención.es_ES
dc.language.isospaes_ES
dc.publisherInstituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, Calz. México-Xochimilco 101, Col. San Lorenzo Huipulco, Tlalpan, México, D.F. Tel. 4160-5000.es_ES
dc.relation25 (6) 44-52 p.es_ES
dc.relationversión del editores_ES
dc.rightsacceso abiertoes_ES
dc.titleFactores psicosociales asociados al desarrollo de niños con mielomeningocelees_ES
dc.title.alternativePsychological factors associated with development in children with myelomeningocelees_ES
dc.typearticlees_ES
dc.contributor.affiliationHospital General de Pueblaes_ES
dc.relation.jnabreviadoSALUD MENTes_ES
dc.relation.journalSalud Mentales_ES
dc.identifier.placeMéxicoes_ES
dc.date.published2002es_ES
dc.identifier.organizacionInstituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñizes_ES
dc.description.monthDices_ES
dc.description.abstractotrodiomaPhysicians have always been concerned about preserving life, although emphazining its duration rather than quality independent of what the prognosis is. The current situation in medicine needs answers based on good judgement regarding life in the future. Myelomeningocele is a congenital malformation associated with disability. In 1998 the states reporting more cases were Puebla, Veracruz, state of Mexico, Guanajuato and Jalisco. Although the development of these children is impaired, the factors related have not received much attention. The objective of this study was to identify if some clinical and psychosocial factors were related to the development of children with myelomeningocele, at the Hospital para el Niño Poblano. A descriptive, longitudinal study was done in patients with myelomeningocele diagnosed from 1992 to 1999 at the Hospital para el Niño Poblano. The clinical variables studied were level and size of the myelomeningocele, presence of hydrocephalia and weight at birth. The psychosocial variables were: socioeconomical level, personality of mother and presence of father at home. Children’s development was evaluated using Alpern’s Profile; retardation was reported in terms of months under cronological age, in five areas of development: physical, self-performance, social and, academic level, and communicational skills. The statistical analyses were done with nonparametrical tests (U-Mann Whitney and Wilcoxon) and multiple regression. We could interview 72 (80%) of the 90 patients registered at the Hospital; they were 47.4 months old in average (min 4 - max 175); 55.5% of our patients were male, and approximately 60% of them had a good socioeconomical level. Myelomeningocele was most frequently located at the lumbar and lumbosacro level (62.5%), with hydrocephalia in 75% of the cases. Of the 72 evaluated patients, three of them had not been submitted to surgery and 50% were operated in their first week of life. When the development was evaluated a high level of retardation was found in the physical area (Md= -7.0), whereas the lowest level was reported in the social area (Md=0). Development of girls was better than development of boys in all areas; in the self-performance area, development was significantly better in girls (Md = 0.5) than in boys (Md = -2.5). The development was a little better in all areas (physics, self-performance, social and academical and in the area of communication) when the injury was located in the sacro level, and was not statistically significant. Children with hydrocephalia presented a significantly greatear disturbance in the physical area (Md = -9.0 vs Md = -3) and self-help (Md = -2.5 vs Md= 1) than children without hydrocephalia. The development of children whose father lived at home was better in all five developmental areas, this was statistically significant in the social area (Md = -3.0 vs Md = -0). Mother’s personality was not related to the boy’s development; only the neuroticism dimension was related to the development in the physical and social areas (r= -0.23 and r = -0.22). In our multivariable analysis physical development was predicted by hydrocephalia in a model including this variable, sex, neuroticism and level of the injury. The development in the self-performance area was predicted by sex, hydrocephalia and presence of the father. The academic level was predicted by the level of the injury and the presence of the father. The communication skills were predicted by the presence of the father at home, in a model that included, besides this variable, level of the injury, hydrocephalia, sex, and age of first surgery. We found some relevant issues regarding the influence of psychosocial variables in the development of these children besides the myelomeningocele itself. We discuss the roll played by the father in the development of these children. The most relevant methodological features of this investigation were the follow-up of 80% of the original group and the independent assessment of mothers and children.es_ES
dc.subject.kwMielomeningocelees_ES
dc.subject.kwDesarrolloes_ES
dc.subject.kwFactores psicosocialeses_ES
dc.subject.kwPadrees_ES
dc.subject.kwMadreses_ES
dc.subject.koMyelomeningocelees_ES
dc.subject.koDevelopmentes_ES
dc.subject.koPsychosocial factorses_ES
dc.subject.koFatheres_ES
dc.subject.koMotheres_ES


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