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dc.creatorHeinze M., Gerhard
dc.date.accessioned2017-06-29T06:18:14Z
dc.date.available2017-06-29T06:18:14Z
dc.date.issued1987es_ES
dc.identifier834es_ES
dc.identifier.issn0185-3325es_ES
dc.identifier.urihttp://repositorio.inprf.gob.mx/handle/123456789/5517
dc.description.abstractLas bebidas con contenido alcohólico pueden interactuar con varios fármacos, drogas, alimentos, etc. Estas posibles interacciones han adquirido una gran importancia dentro de la farmacología moderna, especialmente porque influyen sinérgica o antagónicamente sobre algunos de los fármacos que más prescriben los médicos, y que pueden inducir estados iatrogénicos, sobre todo cuando se combinan con diferentes bebidas alcohólicas. La mucosa gastrointestinal absorbe el alcohol de acuerdo con el volúmen y el tipo de bebida que se haya ingerido y el tiempo que el sujeto lleve bebiendo, así como con la cantidad de alimento que tenga en el estómago. La concentración máxima de alcohol en la sangre suele obtenerse de 30 a 60 minutos después de haberse ingerido. El grado de intoxicación por alcohol varía de una persona a otra, dependiendo de diversos factores, como la edad, el peso y el estado físico del sujeto. El hígado metaboliza el alcohol, y cuando se ha bebido mucho y durante mucho tiempo, ocurren cambios en sus enzimas microsómicas. El alcohol tiene un alto contenido energético; por ejemplo, ocho onzas de whisky tienen el mismo contenido energético que un litro de leche. El sistema nerviosos central es el más afectado por el consumo de alcohol. Inicialmente suele ser estimulante, pero posteriormente se presenta una acción depresiva sobre las zonas corticales y en la formación reticular. También afecta la psique y los sistemas cardiovascular, digestivo, urinario, etc. Cuando la ingestión es excesiva, el etanol influye considerablemente sobre la absorción y el metabolismo de los diferentes fármacos. El alcohol puede inhibir considerablemente el metabolismo del fenobarbital, del meprobamato y del hidrato de cloral. El consumo de fármacos, combinado con el bebidas alcohólicas, produce diferentes interacciones que tienen indudablemente una importancia clínica. Cuando el alcohol se combina con analgésicos, tranquilizantes e hipnóticos, hay un sinergismo de los efectos depresores y, por lo tanto, disminuye la habilidad motora. Los factores que influyen en la interacción entre el alcohol y los fármacos pueden ser genéticos, fisiológicos, sociopsicológicos o patológicos. Una interacción clásica entre el alcohol y un fármaco es la combinación disulfiram-alcohol, que actualmente se utiliza con fines terapéuticos para combatir el alcoholismo. La interacción farmacocinética y farmacodinámica de un determinado fármaco con el alcohol depende, en cierta forma, del periodo de exposición al alcohol, de la cantidad del mismo y de las condiciones fisiológicas corporales. El médico debe conocer los efectos iatrogénicos de la combinación del alcohol con ciertos fármacos para poder orientar adecuadamente a sus pacientes.es_ES
dc.language.isospaes_ES
dc.relation10 (4) 67-75 p.es_ES
dc.relationversión del editores_ES
dc.rightsacceso abiertoes_ES
dc.titleLos efectos del alcohol y sus interacciones con los fármacoses_ES
dc.title.alternativeEffects of alcohol and its interactions with other drugses_ES
dc.typearticlees_ES
dc.relation.jnabreviadoSALUD MENTes_ES
dc.relation.journalSalud Mentales_ES
dc.identifier.placeMéxicoes_ES
dc.date.published1987es_ES
dc.identifier.organizacionInstituto Mexicano de Psiquiatríaes_ES
dc.description.monthDices_ES
dc.subject.kwAlcoholes_ES
dc.subject.kwAlcoholismoes_ES
dc.subject.kwPsiquiatría clínicaes_ES
dc.subject.kwPsiquiatría de enlacees_ES
dc.subject.kwInteracciones de fármacoses_ES
dc.subject.kwMetabolismoes_ES
dc.subject.kwTerapia farmacológicaes_ES
dc.subject.kwFármacoses_ES


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